Compatibilidad de la adolescencia y las lentes de contacto
Nuestros hijos viven un continuo cambio físico, psíquico y social. Buscan crear su propia experiencia vital reclaman más libertad y autogobierno, aunque continúan con cierto matiz infantil, sin embargo ya no son niños por lo que son capaces de asumir ciertas responsabilidades.
Durante esta etapa de la vida, la imagen se convierte en algo transcendental. Por lo que no usar las gafas les genera una sensación de mejor imagen.
Al no tener monturas, las lentes de contacto no limitan la visión ni central ni periférica, ampliando su campo visual. Por tanto, es ideal para la práctica de deporte o cualquier tipo de actividad física. Proporciona una visión más natural que las gafas, ofreciendo una mejor percepción de profundidad y un menor nivel de distorsión.
El mantenimiento es sencillo no tiene complicaciones, tan solo es necesario un portalentes y una solución única. Además existen en el mercado las lentes desechables diarias, que no necesitan ni siquiera de mantenimiento ya que se desechan al final del día.
Utilizar lentes de contacto resulta muy seguro si el adolescente respeta las indicaciones de su Óptico-Optometrista, en cuanto a pautas de mantenimiento y reemplazo. De este modo, se consigue minimizar el riesgo de infecciones y otros problemas oculares.
Por todo ello, la adolescencia es una etapa idónea para la utilización de Lentillas, como óptico-optometrista se las aconsejo y les recuerdo que las lentes de contacto son un producto sanitario y como tal, deben contar con todas las garantías posibles.¡ Acude a tu óptico-optometrista, sabrá aconsejarte la mejor opción para tu salud visual.